Querétaro, propuesta por el actor Gael García-Bernal, fue elegida en el último Día E del Instituto Cervantes como la palabra más hermosa del español. Se impuso en las votaciones a 'gracias' y 'sueño'. Puede que no tenga ningún sentido enfrentar hasta a las palabras, pero permítanme llenar esta columna de vocablos bonitos, mientras me remojo en mi isla. Entre las candidatas a palabra más bella había algunas que, por mucho que sus defensores amen su contenido, suenan fatal: 'investigación' (Margarita Salas), 'fútbol' (Vicente del Bosque). El milagro se da cuando a un significado sugerente se suma un significante fonética y formalmente armonioso. Ahí me quedaría con 'alborada' (sugerida por una dama también de sonoro nombre, María Dolores Pradera) 'murmullo' (Jaume Plensa), 'querer' (Elena Ochoa) o 'alma' (Adrià). Incluso 'meliflua', defendida por Shakira «porque lleva miel en ella, porque lleva fluir y lleva melodía».
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