El jet N860BA fue la aeronave más esperada del día de ayer en el aeropuerto Ernesto Cortissoz. Desde antes de las cinco de la tarde, un par de camionetas blindadas lideraban el cordón de seguridad dispuesto para esperarlo y escoltarlo.
Shakira, la estrella central de la Cumbre de las Américas, que se realiza en Cartagena desde el día de ayer, tenía programado su arribo a la ciudad justo en su avión privado a las 6:10 p.m. Un retraso de más de media hora la hizo aterrizar a las 6:50 en el suelo que la vio nacer, dispuesta a pasar la noche en su apartamento del edificio Bellagio, al norte de la ciudad.
Unas 15 maletas hacían parte del equipaje de la barranquillera, que venía desde Miami con un atuendo fresco y ligero, con una boina negra como accesorio.
Botella de agua en una mano y en la otra su teléfono celular, la artista colombiana más internacional tardó unos veinte minutos en pisar tierra firme en su Curramba natal.
Shakira llegó acompañada con su manager de giras, Gabriella Díaz. Una vez se subió a la camioneta escogida para llevarla a su hogar, una caravana le siguió justo hasta el edificio de su residencia.
Fan afortunado. Luis Carlos Molinares tuvo una suerte bendita. Fue él el fanático afortunado que coincidió con Shakira una vez ella tomó el ascensor que la llevaría al piso de su apartamento en el Bellagio. Sin desaprovechar la oportunidad, Luis Carlos, quien vive en el piso 17 del mismo edificio, tomó su smartphone y logró lo que para muchos es un sueño y hoy es prácticamente una hazaña: sacarse una foto con la barranquillera. Además, el seguidor demostró que no solo es fan de la intérprete de Pies descalzos, sino que, además, comparte gustos futbolísticos con ella: llevaba una camiseta del Barcelona justo cuando se la encontró. Todo un día de suerte para recordar.
Por Andrea Jiménez J. elheraldo.co
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