Shakira paga el precio de la fama en su segunda función en Puerto Rico

Las cejas de Shakira se le arqueaban y apretaba los dientes como si se hubiera hecho un tajito en la mano mientras miraba fijamente a Melissa Mattei en el área “backstage” del Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey.

Allí, en pleno pasillo, la compañía de telefonía móvil T-Mobile les cumplió el sueño de conocer a esta cantautora colombiana a Brenda Sánchez (17), Lorraine Cotto (17) y José Javier Torres (18). Estos jóvenes fueron “abandonados por el sistema educativo” –como prefieren identificarse para combatir la carga negativa de “desertor escolar”–, pero ya están a punto de graduarse de escuela superior tras recibir el apoyo psicosocial y académico de los centros Sor Isolina Ferré, le explicó a la cantante Melissa Mattei, directora del programa de educación alternativa de esa institución.

Eran las 9:55 de la noche. El equipo de producción de Shakira había advertido varias eces que sólo tendrían dos segundos para una foto y ya: nada de hablar ni de mirar de más a la estrella. Pero cuando Mattei le dio este dato a la intérprete, ésta detuvo su rápido rumbo de partida hacia el escenario, donde cerró la noche del sábado su gira Sale el sol.

“¿Cómo dijo que se llamaba el centro?”, inquirió la artista al voltear su cabeza y dirigir su mirada fija hacia los tres combatientes de la deserción escolar. Dos segundos le bastaron para reaccionar mirando de un lado a otro, como si buscara dónde apuntar el dato.

Pero el deber la llamó, así que recuperó la sonrisa, les dio las manos y lanzó un beso mientras el grupo de cerca de una decena de personas se dispersaba.

“Yo creo que sí fue sincera y se mostró muy preocupada. Si hubiera sido otro, le hacía caso a su equipo de producción y se iba rápido, pero ella nos prestó atención”, expresó Mattei sobre el breve encuentro.

Brenda, Lorraine y José Javier casi no podían hablar. “Está superhermosa, estoy emocionado”, dijo él mientras sus compañeras lo invitaban a “despertar”.

“Valió la espera porque siento que ella nos hizo caso y se veía que estaba interesada en nosotros, pero así es el trabajo de los artistas”, añadió Lorraine entre complacida y resignada. Esta joven se apresta a estudiar diseño de modas, por lo que confesó haber observado de rabo a cabo el diseño y los materiales del atuendo de la cantante.

“Yo pensaba que era un poquito más alta. La experiencia ha sido única, inolvidable. Es una gran motivación para nosotros”, expresó Brenda por su parte. Los tres esperaban escuchar La tortura y Rabiosa en el espectáculo, por lo que acudieron rápido a sus asientos aun sabiendo que la solista no incluyó la segunda en su repertorio del viernes.

Frances Rodríguez, gerente de relaciones públicas de T-Mobile, explicó que, en esta ocasión, en lugar de hacer un concurso para fanáticos empedernidos, se buscó cumplir el sueño a personas símbolos de causas con las que se identificara Shakira, quien mantiene la fundación pro bienestar de los niños Pies Descalzos, y además fue recientemente nombrada por el presidente de Estados Unidos Barack Obama como integrante de un consejo de asesoría.

Y, al parecer, la estrategia funcionó, pues Primera Hora pudo advertir cuando, en la tarima, Shakira se topó con la mirada de los jóvenes y la correspondió con una sonrisa de complicidad.

Fuente: primerahora.com

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