Nadie es capaz de imitar, ni de lejos, el contoneo de caderas de Shakira, que esta noche subió al escenario en mitad de la fresca madrugada carioca y después de una estrella del rock como Lenny Kravitz.
La colombiana sólo necesitó entonar su primer tema y comenzar a mover la pelvis para que su legión de seguidores, vencidos por las horas de fiesta, entrase en euforia total.
"Esta noche soy toda de ustedes", gritó al público la barranquillera para contagiarle de un espíritu rockero que combina a la perfección con la idiosincrasia del festival.
Con un concierto, alejado de artificios, Shakira, que abrió la noche con "Estoy aquí", puso bailar a 100 mil almas entregadas que calentaron sus caderas con un repertorio de éxitos que le valió para mantener un año más el idilio que vive con el Rock in Rio tras su paso por la edición de Lisboa y Madrid.
La Ciudad del Rock sucumbió ante semejante elasticidad corporal y la colombiana volvió a echar mano de su amplio fondo de armario musical y afinó su guitarra para entonar "Inevitable".
Shakira convirtió su concierto en una fiesta memorable con la interpretación, a dúo con la brasileña Ivete Sangalo, de la célebre canción "País tropical", considerada como un himno de Brasil y obra del compositor Jorge Ben Jor.
Fuente: EFE
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