Shakira, Rihanna, Metallica, Coldplay y Red Hot Chili Peppers protagonizarán el Rock in Rio que regresa a su país de origen

Para el gafapasta y la poligonera. Para el rockero entendido y para el devoto de la música petarda. Para la adolescente que ensaya frente al espejo los contoneos de Shakira, para el heavy que agita la melena mientras observa con desdén a la anterior y para los padres de uno y de otro. Para los eruditos del tropicalismo. Para los amantes del ligoteo y la fiesta. Para los modernos seguidores del funk renovado, para los mitómanos de las grandes divas… Todos son bienvenidos en Rock in Rio, ese festival cuyo presupuesto sería capaz de provocar sudores fríos a algunos de sus competidores y que disfruta forrando su superficie con una costosa alfombra de césped artificial. La comodidad del cliente y un servicio de calidad son la marca de la casa.
La nueva edición, que abrirá este viernes sus puertas y ofrecerá siete jornadas de música repartidas entre dos fines de semana (del 23 al 26 de septiembre, y del 29 al 2 de octubre), llega además con novedades. El público de Rock in Rio es tan amplio y diverso que resulta muy atractivo para los anunciantes Tras iniciar una carrera itinerante por Europa que le llevó en 2008 y 2010 a Madrid, el Rock in Rio vuelve al país que lo vio nacer, Brasil, el destino que le ha proporcionado más satisfacciones cuantitativas. Fue allí, en 1985 y coincidiendo con su primera edición, cuando logró batir récords de asistencia, de venta de hamburguesas y  de consumo de gomina (el porqué sus 1.380.000 visitantes gastaron 850 kilos de gel capilar, como rezan sus estadísticas, es todavía un misterio).
2011 no igualará estas cifras por limitaciones del aforo, pero aún así las que maneja provocan escalofríos. Su décima entrega recibirá en Río de Janeiro a más de 700.000 festivaleros (para hacernos una idea, el último FIB congregó a 200.000 y el Glastonbury, a unos 150.000); los hoteles de la ciudad se encuentran al 90% de su ocupación, las entradas, agotadas y el Instituto de Turismo prevé que la cita tendrá un impacto económico en la ciudad de alrededor de 340 millones de euros. En plena crisis, el negocio funciona. Y eso pese a que haber colgado el cartel de "todo vendido" no garantiza hoy en día su viabilidad: los patrocinadores, responsables de financiar el 50% de los gastos, son los que tienen la última palabra.
Roberta Medina, responsable del proyecto social del festival e hija del fundador de este, Alberto Medina, asegura que son muchas las marcas que desean publicitarse en el evento. El que este tenga un público muy amplio y heterogéneo es la clave. "Frente a otros festivales tradicionales, Rock in Rio no solo está enfocado a gente joven o a seguidores de un determinado género musical. La edad de los asistentes oscila entre los 15 y los 50 años. Sus gustos también son dispares”. Una audiencia tan diversa es "muy interesante" para los anunciantes, señala.

La música, bajo demanda

Además, Rock in Rio se cuida de no correr riesgos. Roberta, que no tiene problema en designar al gran festival que creó su padre como "producto" ("buen producto", subraya), explica que la selección de los artistas que conforman la programación no responde a un criterio personal de la organización, sino a los resultados de una investigación que cada año realiza una compañía externa con el fin de averiguar qué músicos son los que la gente desea ver en directo. Metallica ganó en las encuestas de 2011, y allí estará. Como también lo estarán las superventas Rihanna, Shakira y Katy Perry, los míticos Guns N'Roses, el pop indie de éxito de Coldplay, el carisma de Lenny Kravitz, la veteranía de Elton John, la extravagancia funk de Jamiroquai, la macarrería soberbia de Motörhead... y sus cachés prohibitivos.
Metallica, Motörhead o Slipknot protagonizarán la jornada dedicada al heavy metal, el día 25 El resto de nombres que encabezan las siete jornadas de festival, las cuales se reparten en dos fines de semana consecutivos, tampoco necesitan presentación. Por el Rock in Rio 2011 desfilarán, en sus horas de máximo apogeo, System of a Down, Stevie Wonder, Red Hot Chili Peppers, Kesha, Evanescence, Maná, Maroon 5 y Slipknot, mientras que en los horarios previos brilláran propuestas menos habituadas a reinar en las radiofórmulas, pero algunas tan notables como Afrika Bambaataa, Janelle Monáe, The Gift y The Monomes.
Como novedad, la cita incorpora por primera vez en Brasil la Rock Street, una calle en la que convivirán los conciertos de jazz con los de cantautores y caricaturistas.
La presencia de los artistas locales, capitaneados por Bebel Gilberto, Ivete Sangalo o Arnaldo Antunes (este último, miembro de Tribalistas), también dispone de un gran número de espacios reservados.
Pero la oferta de esta gran maquinaria del ocio no termina aquí: habrá atracciones de feria -entre ellas, una noria gigante-, concursos, espectáculos, un minihospital, cajeros automáticos y numerosos puestos de hostelería impedirán que los asistentes sientan deseos de salir de la Ciudad del Rock.
En resumen, "una experiencia mágica", promete Medina.
  • Rock in Rio se celebrará entre los días 23 y 26 de septiembre y entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre. 
Fuente: 20 minutos (España)

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